69 CONGRESO AEP. Libro de comunicaciones
6 ISBN: 978-84-09-57975-4 ÁREA DE ESPECIALIDAD ATENCIÓN PRIMARIA-PEDIATRÍA EXTRAHOSPITALARIA #33 PÓSTER SIN DEFENSA ¿Epilepsia en el lactante? A veces no todo es lo que parece… Aurora Sánchez González 1 , Eduardo Tapia Trujillo 2 1 CS Añover de Tajo, Toledo 2 Consultorio Numancia de la Sagra, Toledo INTRODUCCIÓN Lo que no se conoce no puede ser diagnosticado. En ocasiones abusamos de pruebas complementarias innece- sarias, que pueden evitarse con una buena anamnesis. RESUMEN DEL CASO Paciente de 2 años que, desde los 4 meses de edad, pre- senta episodios de desconexión del medio, hipertonía y temblor generalizado, de menos de un minuto de duración. Llama la atención que en todas las ocasiones se lleva ambas manos a los genitales. Cesan por completo si sus familiares la llaman o la zarandean, con una recuperación ad integrum . Según cuentan, después de los episodios se queda “tranqui- la y relajada”, lo que sugiere que podría existir un posible período poscrítico. La paciente ha tenido un adecuado desa- rrollo psicomotor y no tiene ningún antecedente de inte- rés. Su anterior pediatra solicitó EEG en vigilia, por la sospe- cha clínica de crisis convulsivas. También, dado que se sospechó que la paciente tuviera molestias en sus genita- les, se realizaron en repetidas ocasiones tiras reactivas de orina que descartaron infección. Todas las pruebas fueron normales. Finalmente, la familia aporta varios vídeos que dan la pista definitiva hacia el diagnóstico: lo que inicia “las crisis” es la estimulación con maniobras de frotamiento de ambas manos sobre sus propios genitales, produciendo des- pués los episodios ya descritos. Gracias a estos vídeos se llega fácilmente al diagnóstico: se trata de un trastorno pa- roxístico no epiléptico por crisis de autoestimulación. CONCLUSIONES Y COMENTARIOS Las crisis de autoestimulación u onanismo se encuadran dentro de los trastornos paroxísticos no epilépticos, secun- darios a trastornos del comportamiento, dado que en algu- nos estudios se han relacionado con una base psicógena y una sobreprotección familiar. Aparecen entre los 3 meses y 5 años. Se pueden manifestar de diferentes formas: en de- cúbito o con las piernas cruzadas aparecen posturas distó- nicas o temblores, gruñidos o jadeo, sudoración, agitación, cianosis o palidez, mirada perdida, sonrisa o incluso miedo. Puede existir una estimulación directa sobre los genitales o a través de frotamiento de los muslos. A menudo se relacio- na con situaciones concretas que lo favorecen: cansancio, conciliación del sueño, aburrimiento… Suelen cesar al dis- traer al niño, aunque puede mostrarse contrariado y reiniciar la misma actividad. Puede confundirse con crisis epilépticas; en ocasiones estos pacientes llegan incluso a ingresar en los hospitales para la realización de pruebas complementa- rias, habitualmente EEG sin datos que sugieran actividad epileptógena. Puede ayudar al diagnóstico la visualización de un vídeo doméstico filmado por la familia durante el epi- sodio. El pronóstico es favorable dado que desaparecen con la edad.
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