69 CONGRESO AEP. Libro de comunicaciones
384 ISBN: 978-84-09-57975-4 ÁREA DE ESPECIALIDAD Infectología Pediátrica #48 PÓSTER SIN DEFENSA Botón de Oriente: una patología en aumento M.ª José Ayala Paterna CS de Abarán, Murcia INTRODUCCIÓN La leishmaniasis cutánea o botón de Oriente es una pa- rasitosis producida por protozoos del género Leishmania tras su inoculación por la picadura de la hembra de los mos- quitos de los géneros Phlebotomus en el viejo mundo Es endémica en la cuenca mediterránea y en nuestro medio está causada por l. infantum , siendo más frecuente en niños menores de 5 años. La lesión cutánea característica se inicia en el lugar de la picadura, generalmente en áreas descubiertas, como una pápula que evoluciona a nódulo y úlcera con bordes algo ele- vados; no es dolorosa y con escasa inflamación salvo so- breinfección bacteriana. La confirmación diagnóstica se establece mediante la visualización directa del parásito mediante tinciones de Wright-Giemsa o Diff-Quik tras aspirado, raspado o PCR de biopsia de la lesión Presentamos el caso clínico de un lactante con leishma- niasis cutánea. RESUMEN DEL CASO Lactante de 15 meses con lesión en mejilla derecha des- de los tres meses de edad. Fue valorado a l inicio del cuadro por su pediatra diagnosticándose de mastocitoma solitario, pautando corticoide tópico, con escasa mejoría. Exploración física: placa en zona preauricular derecha eritemato-anaranjada con costra superficial que ha ido en aumento. Ante la sospecha clínica de Botón de oriente/leis- hmaniasis cutánea en pómulo derecho, se toma muestra de exudado para Diff-Quick. Anatomía patológica: se realiza citología con tinción Diff- Quick encontrando histiocitos rellenos de mastigotes. Se diagnostica de Botón de oriente/leishmaniasis cutánea. Mejoría franca tras 3 ciclos de inyección de glucantime, sigue revisiones en Dermatología. CONCLUSIONES Y COMENTARIOS La leishmaniasis cutánea es una entidad poco frecuente en la población infantil española, pero su incidencia está en aumento por la inmigración y los viajes a zonas endémicas. El pediatra debe estar atento ante toda picadura de mosquito persistente. El tratamiento de elección es el antimonio pentavalente (antimoniato de meglumina o estibogluconato sódico) por vía intramuscular o por vía intravenosa, aunque también lo- calmente. La dosis recomendada es de 20 mg/kg/día y se administra en ciclos de 10 días con descanso de una sema- na. También se han empleado métodos físicos, como calor local, raspado y crioterapia, aunque el mejor tratamiento si- gue siendo la prevención.
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