68 CONGRESO AEP. Libro de comunicaciones

1071 ISBN: 000-00-00-00000-0 ÁREA DE ESPECIALIDAD  PEDIATRÍA HOSPITALARIA 2, 3 y 4 de junio de 2022 #666 CASO CLÍNICO Síndrome hemolítico urémico: una diarrea que sale muy cara Rocío Porcel Chacón, Pilar Priego Ruiz, Francisco Javier Baena Sáez Hospital Valle de los Pedroches, Córdoba INTRODUCCIÓN El síndrome hemolítico urémico se caracteriza por la presencia de anemia hemolítica microangiopática, trombopenia e insuficiencia renal aguda (IRA) pu- diendo producir, a largo plazo, otras complicaciones como insuficiencia renal crónica o hipertensión arte- rial. La causa más frecuente son procesos gastroin- testinales producidos por E. Coli productora de toxina Shiga. RESUMEN DEL CASO Presentamos dos casos clínicos ocurridos en los últimos 5 años en un Hospital Comarcal. Caso clínico 1 Niña de dos años que ingresa por cuadro de gas- troenteritis de dos días de evolución con fiebre, de- posiciones abundantes con restos de sangre y moco. A las 48 horas del ingreso comienza con palidez y edemas parpebrales encontrándose en la analítica sanguínea datos de anemia hemolítica micorangio- pática (Hb 8.7 g/dl), trombopenia (plaquetas 51000/ ul) e insuficiencia renal (creatinina 2.8 mg/dl). Precisa traslado a Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos de referencia. Caso clínico 2 Niño de 18 meses que ingresa por cuadro de 5 días de evolución de deposiciones blandas con restos sanguinolentos. A las 10 horas del ingreso comienza con edema facial parpebral y coloración subictérica. Se realiza control analítico donde se aprecia trombo- penia (plaquetas 43000/ul) , hiperbilirrubinemia (Bi- lirrubina total 3.6 mg/dl). Con la sospecha diagnósti- ca de síndrome hemolítico urémico se traslada a hospital de referencia. CONCLUSIONES / COMENTARIOS Es crucial tener en mente esta complicación espe- cialmente en niños menores de 2 años y secundario a procesos gastrointestinales. El diagnóstico se basa en la sospecha clínica y se apoya en las pruebas comple- mentarias (anemia hemolítica con elevación de bili- rrubina directa, haptoglobina disminuida y aumento de la LDH, trombopenia, alteración de urea y creatini- na). El tratamiento consiste fundamentalmente en el soporte con fluidoterapia antes de la instauración del fallo renal y, hasta en un 50% de las ocasiones, se necesita diálisis. El pronóstico suele ser favorable con resolución en 1-2 semanas en las formas típicas (pro- ducidas por E. Coli).

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