I CONGRESO DIGITAL AEP. Libro de comunicaciones y casos clínicos
108 ISBN: 978-84-09-24491-1 ÁREA DE ESPECIALIDAD • CIRUGÍA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA ESTUDIO. Experiencia inicial en la alimentación precoz tras una anastomosis intestinal Concepció Barceló Cañellas, Luciano Perri, Anna Moreno Montero, Georgina Sanchís Blanco, M.ª de los Ángeles Muñoz Miguelsanz, Claudia Marhuenda Irastorza Hospital Universitario Son Espases, Palma de Mallorca, Islas Baleares INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS Hay escasa publicación sobre el inicio precoz de la alimentación precoz tras una anastomosis intestinal en niños. Habitualmente, se retrasa el inicio de la alimentación para proteger la sutura y así evitar el paso de comida a su través, aun sabiendo que por el intestino siguen pasando los jugos secretados por el sistema digestivo sin que eso suponga un riesgo para la anastomosis. El objetivo de este estudio es valorar las compli- caciones de una anastomosis intestinal, tras el inicio de la alimentación de forma precoz. MÉTODOS Estudio prospectivo de pacientes pediátricos (entre 3 meses y 14 años) que han precisado una anastomosis intestinal desde agosto 2014 hasta diciembre 2019. Si cumplían los criterios de inclusión establecidos, se les ha aplicado el protocolo de alimentación precoz utilizado en nuestro servicio. El inicio de la alimentación se realiza con líqui- dos a partir de las 24 horas de la cirugía, y se va pro- gresando hasta alcanzar una dieta normal el 4.º día postoperatorio. La variable principal analizada es el fallo de su- tura, ya que condicionaría una reintervención qui- rúrgica. También se ha analizado la necesidad de vía central, de nutrición parenteral total, la presencia de vómitos, inicio de deposiciones y la estancia postqui- rúrgica. RESULTADOS Se han analizado 49 pacientes con anastomosis in- testinal. Doce no cumplían los criterios de inclusión, por lo que 37 pacientes han sido objeto de nuestro estudio. La edad ha sido entre 3 meses y 12 años. La patologíamás frecuente que ha precisado una anasto- mosis intestinal ha sido el cierre de una ostomía (13 casos), seguido de resección de divertículo deMeckel (6) e invaginación intestinal (6). Se han realizado 27 suturas de intestino delgado, 8 de intestino grueso y 2 ileo-cólicas (termino-lateral). De los 37 pacientes, 30 iniciaron la alimentación entre las 24 y 48 horas postcirugía, 2 más allá de las 48 horas y 5 a partir del 4.º día postquirúrgico. Ninguno ha presentado fallo de sutura. A 16 se les administró nutrición parenteral total y 12 llevaron vía central. La estancia media postquirúrgica fue de 4,9 días. CONCLUSIONES Aunque se trata de un estudio con pocos pacientes, podemos afirmar que la alimentación precoz tras una anastomosis intestinal es una opción segura sin que suponga un riesgo para un fallo de sutura en casos determinados. Asimismo, permite, en algunos casos, no usar vía central ni nutrición parenteral disminu- yendo los riesgos de sus complicaciones siendo la estancia media postquirúrgica corta.
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